Nova Esquerra Nacional, candidatura a pilotar ERC tras el congreso extraordinario del 30 de noviembre, ha sumado este sábado el apoyo de la dirección saliente y de Ernest Maragall en un acto en el que su cabeza de cartel, Xavier Godàs, ha llamado a recuperar el alma más combativa de la formación: «No podemos ni queremos gustar a todos».
En un mitin celebrado en Barcelona y al que han asistido más de medio millar de personas, han hecho acto de presencia la secretaria general del partido, Marta Rovira; el expresidente de la Generalitat Pere Aragonès; la exvicepresidenta del Govern y ahora diputada en el Parlament, Laura Vilagrà; la portavoz del grupo en la cámara catalana, Marta Vilalta; o el expresidente del partido Joan Puigcercós, entre otros.
También ha asistido Ernest Maragall, exconseller y exlíder de la formación en el Ayuntamiento de Barcelona y centro de las miradas en los últimos meses al destaparse que unos carteles denigrantes sobre el alzheimer contra él y su hermano Pasqual salieron de las filas del partido, una de las cuestiones que han hecho crecer la confrontación entre candidaturas.
En un contexto de abierta fractura interna, Godàs se ha comprometido a «picar piedra» en vez de hablar de «fantasías», en la que ha sido una de las numerosas alusiones veladas a Junqueras, que parece partir con ventaja para volver a hacerse con las riendas de ERC.
«Nosotros picaremos piedra y picaremos piedra, mientras otros hablan de fantasías, no toman posición y nunca han dado un paso al frente como es debido», ha dicho.
Godàs se ha fijado como meta «ampliar la base pero por abajo» y ha afirmado que él no tiene más aspiración que hacer de ERC «el primer partido de Cataluña», pues Nova Esquerra Nacional plantea que el presidente del partido no deba ser necesariamente el candidato a la presidencia de la Generalitat.
Los republicanos, ha añadido Godàs, tienen como adversarios «al sucursalismo progre español» y a la «derecha catalana, por muy independentista que sea»: «Nosotros no miraremos de reojo ni por el retrovisor», ha dicho.
Tras mostrar su oposición al pacto con el PSC en la Diputación de Barcelona y a una eventual entrada de ERC en el gobierno municipal de Jaume Collboni en el consistorio barcelonés -siendo Junqueras quien internamente ha defendido e impulsado los dos movimientos-, Godàs ha vuelto a señalar que hará «caer gobiernos» si es elegido y los socialistas no cumplen con lo pactado en la Generalitat o en la Moncloa.
ERC, ha añadido, es «un partido político y no un club de petanca ni una parroquia» y no es una formación prosistema, pues «el sistema nos combate».
«No podemos ni queremos gustar a todo el mundo. Enfrentemos a Foment (la patronal catalana), a las togas parafascistas y a la furia reaccionaria», ha reclamado.
Asimismo, ha puesto el acento en el alma municipalista de ERC, con la vista puesta en las municipales de 2027, y ha propuesto convocar una «conferencia nacional de las izquierdas soberanistas» en 2025.
La candidata a secretaria general, Alba Camps, ha alabado la labor de Rovira al frente del partido, que el lunes arremetió públicamente contra Junqueras y que ha acogido entre lágrimas la ovación de los asistentes, y se ha mostrado partidaria de que «los líderes estén al servicio de la organización, y no la organización al servicio de un líder».
Es por ello que Nova Esquerra Nacional aboga por «una dirección coral» y no por el hiperliderazgo que esta candidatura ve en la propuesta de Junqueras.
También han intervenido las candidatas a vicepresidentas del partido, la vicepresidenta primera del Parlament, Raquel Sans, y la diputada en el Congreso Teresa Jordà.
La primera ha abogado por «menos presidencialismo y más partido» y porque «nuevas ideas y liderazgos» permitan avanzar «sin mochilas ni rencores»; la segunda, ha avisado: «No nos quedaremos sentadas en el sofá viendo cómo unos purgan y despurgan (...) Que el miedo no gane a la ilusión».