Nigel Farage, nacido el 3 de abril de 1964 en Farnborough, Kent, Reino Unido, es una de las figuras más controvertidas y polarizadoras de la política británica. Conocido por su papel crucial en la campaña para la salida del Reino Unido de la Unión Europea, el Brexit, Farage ha sido una voz influyente en la derecha política británica durante más de dos décadas.
Educado en Dulwich College, Farage inicialmente siguió una carrera en el comercio de metales antes de dedicarse a la política. Fue miembro fundador del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) en 1993, un partido creado con el objetivo principal de sacar al Reino Unido de la Unión Europea. Farage fue elegido miembro del Parlamento Europeo (MEP) en 1999, donde se destacó por sus discursos apasionados y, a menudo, provocativos contra la integración europea.
Farage lideró UKIP en varios períodos, convirtiéndose en la cara del partido y atrayendo a un número significativo de votantes desilusionados con los partidos tradicionales. Su liderazgo fue fundamental para el éxito del referéndum de 2016, donde el 52% de los votantes británicos optaron por abandonar la UE. Este triunfo consolidó su reputación como el principal arquitecto del Brexit.
Tras la realización del Brexit, Farage dejó UKIP y fundó el Partido del Brexit en 2018, continuando su lucha para asegurar una salida completa de la UE. En diciembre de 2019, el Partido del Brexit obtuvo una notable cantidad de votos en las elecciones generales, aunque no logró asegurar escaños en el Parlamento británico.
Además de su carrera política, Farage ha sido una personalidad mediática, presentando programas en medios como LBC y GB News, y manteniendo una presencia constante en los medios de comunicación a través de sus comentarios y apariciones públicas.
Farage está casado con Kirsten Mehr, una corredora de bolsa alemana, y tienen dos hijos juntos. Su vida personal y su estilo directo y sin filtros han sido objeto de intenso escrutinio y debate público.
Con su enfoque en la soberanía nacional, la inmigración y el escepticismo hacia las instituciones europeas, Nigel Farage ha dejado una marca indeleble en la política británica, reconfigurando el panorama político del país y desafiando el status quo con su retórica incendiaria y su inquebrantable determinación.