Cuando Benjamín Netanyahu anunció solemnemente que Israel perseguiría a los líderes de Hamás hasta el final no iba de farol.
El primer ministro ha impartido órdenes a las agencias de Inteligencia para que se dispongan a cazar a todos los altos cargos de la milicia yihadista que viven repartidos por otros países como Turquía, Líbano y Catar cuando la actual guerra en Gaza concluya.
Al mandatario israelí no le importa tardar años en completar esta promesa que hizo a los ciudadanos pocos días después de la masacre en los kibutz del 7 de octubre.
Sabe, por experiencias previas, que los preparativos de este tipo de crímenes selectivos llevan tiempo para no pifiarla, como le ha sucedido al país en épocas anteriores.
Por otro lado, ahora mismo el líder del Ejecutivo no quiere distraer medios ni espías de otro de los objetivos prioritarios que se ha marcado: asesinar a todos los dirigentes militares de Hamás activos dentro de la Franja.
En menos de dos meses, sus tropas han eliminado a más de una veintena de jefes, entre ellos, Mourad Abou Mourad, el yihadista que organizó el grueso del ataque a los kibutz que costó 1.200 vidas. En este momento, el rostro que tienen en mente los soldados en la Franja es el de Yahya Sinwar, un «hombre muerto» desde el momento en que comenzó la invasión, según las Fuerzas de Defensa de Israel.
Cofundador de las brigadas Ezzedin al-Qassam y máximo responsable militar de Hamás en el enclave, el ejército cree que se oculta en un búnker profundo de la ‘ciudad subterránea’ construida por la milicia bajo Gaza. Hace cuatro días visitó por sorpresa a un grupo de rehenes en uno de los túneles y el jueves, horas antes de que finalizase la tregua, retó al Gobierno de Netanyahu advirtiéndole que «lo que ocurrió el 7 de octubre solo fue un ensayo».
Después de acabado el alto el fuego, la Inteligencia considera que Sinwar «ha vuelto a su agujero para no ser detectado».
Un grupo de funcionarios israelíes entrevistados por ‘The Wall Street Journal’, quien ha revelado en exclusiva la campaña que preparan el Mossad y otras agencias, ha coincidido en que el debate actual no es si se debe matar a los dirigentes yihadistas refugiados en otros lugares del mundo, sino «dónde y cómo».
El Gobierno lo contempla como una prolongación de la guerra que garantizaría el final definitivo de la organización yihadista y su «amenaza». Lo compara además con la lucha contra Estado Islámico que Occidente ha llevado a cabo durante años en distintos países.
Vuelven a entrar en la Franja de Gaza camiones con ayuda a través del cruce de Rafah
Camiones cargados de ayuda humanitaria y cisternas con combustible entraron este sábado en la Franja de Gaza a través del paso terrestre de Rafah, entre Egipto y el enclave palestino, después de que su cruce se viera paralizado durante más de 24 horas por el reinicio de los combates entre Israel y el grupo islamista Hamás, informaron a EFE fuentes egipcias.
Un total de «cincuenta camiones con alimentos, medicinas, agua y suministros médicos, y dos cisternas con combustible», cruzaron el paso después de que haber estado esperando en el lado egipcio durante el viernes y esta mañana «sin movilidad», dijeron a EFE fuentes de la Media Luna Roja y del paso, única salida de Gaza no controlada por Israel.
También confirmaron el cruce hacia el lado egipcio de Rafah, en el norte del Sinaí, de decenas de palestinos con pasaportes extranjeros y varios heridos palestinos que fueron trasladados a hospitales egipcios para recibir tratamiento.