Yoyo, la elefanta más longeva del mundo, ha fallecido en el Zoo de Barcelona. El paquidermo llegó en 2009 a la capital catalana procedente del desaparecido RioLeón Safari y se estima que vivió más de 54 años, superando ampliamente la esperanza de vida de los elefantes africanos en cuidado humano (39 años). El Zoo de Barcelona lamenta la pérdida de una de sus integrantes “más queridas” y recuerda que Yoyo era “un animal afable pero con cierto carácter, y una cuidadora referente para las otras elefantas del grupo, Susi y Bully”.
Tras el fallecimiento de Yoyo, el Zoo no abrió sus puertas este sábado 28 de diciembre hasta las 14:00 horas. Inicialmente, el recinto debía abrir a las 10:00 horas, pero dos horas antes se informó a través de la web, redes sociales y teléfono de atención al usuario que el cierre se debía a “motivos técnicos”. Al mediodía, se anunció oficialmente la muerte de Yoyo y se finalizaron las tareas logísticas y veterinarias para retirar el cuerpo del paquidermo, incompatibles con la presencia de visitantes. Finalmente, el Zoo abrió a las 14:00 horas con normalidad, aunque cerrará en su horario habitual de invierno, a las 17:30 horas.
“Una elefanta entrañable”
El equipo técnico del Zoo, junto con personal del Servicio de Diagnóstico de Patología Veterinaria de la UAB, aplicará el protocolo previsto y compartirá la información con el programa de conservación de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA), del cual forma parte el Zoo de Barcelona.
La primera teniente de alcaldía y presidenta de BSM, Laia Bonet, lamentó la muerte de Yoyo y destacó “el papel del Zoo de Barcelona como referente internacional en el cuidado y bienestar de elefantas de edad avanzada, así como su labor en la conservación de esta especie tan amenazada”. Bonet añadió que “Yoyo recibió en todo momento la máxima atención por parte del personal del Zoo, procurando siempre mejorar su bienestar”.
El director del Zoo, Antoni Alarcón, subrayó: “La familia del Zoo de Barcelona y todo el equipo de profesionales siempre recordaremos a Yoyo como una elefanta entrañable, con un carácter propio, pero también cuidadora y referente para sus compañeras, Susi y Bully. Fue muy querida por los visitantes y por todos nosotros”.
Yoyo llegó al Zoo en 2009 como parte de un grupo de animales acogidos tras una intervención administrativa. Provenía del antiguo RioLeón Safari, y antes de eso, de un circo donde sufrió lesiones físicas y psicológicas que requirieron años de cuidados especializados. Gracias al trabajo del equipo del Zoo, estas lesiones fueron mejorando con el tiempo, al igual que su actitud.
Actualmente, Yoyo convivía con otras dos elefantas de edad avanzada, Susi y Bully, quienes también llegaron al Zoo tras vivir en condiciones similares. Las tres formaban un grupo inseparable, reforzado por el equipo del Zoo mediante estímulos para fomentar sus comportamientos sociales y crear un vínculo sólido entre ellas.