Médicos del Mundo ha denunciado hoy que el sistema de salud ignora "sistemáticamente" a las mujeres y, consecuencia de ello, a menudo, son sobremedicadas porque el personal sanitario está menos formado en enfermedades femeninas, lo que suele resolverse recetando, por ejemplo, tranquilizantes y relajantes musculares.
De hecho, las mujeres consumen estos fármacos en un porcentaje muy superior a los hombres (21 % frente al 11 %), según datos del Ministerio de Sanidad.
Con motivo de la celebración el próximo domingo del Día de Acción Global por la Salud de las Mujeres, Médicos del Mundo, junto con la Federación de Mujeres Jóvenes, reclama la incorporación "de manera urgente" de un enfoque de género en la sanidad pública que reconozca que los riesgos para la salud son diferentes entre hombres y mujeres, y se tenga en cuenta a la hora de planificar y actuar.
En patologías como el infarto, según esta ONG, las mujeres tardan tres horas más en llegar al hospital porque sus síntomas se confunden con los de un problema gástrico.En un comunicado, la organización médico-humanitaria ha resaltado que en España una mujer encuentra más barreras que un hombre para conseguir la atención médica que precisa y tiene más dificultades para pagar los medicamentos prescritos.
En patologías como el infarto, según esta ONG, las mujeres tardan tres horas más en llegar al hospital porque sus síntomas se confunden con los de un problema gástrico.
En cuanto a salud sexual y reproductiva, señala que en España hay "un porcentaje muy importante" de jóvenes en riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual y tener embarazos no planificados.
Por ello, estas organizaciones reclaman que se garantice el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva gratuitos, accesibles, con horarios y atención integral, para que los adolescentes puedan tomar decisiones informadas y autónomas, donde la confidencialidad esté asegurada.
Ambas entidades exigen también la incorporación de la salud sexual en el currículum escolar y la derogación de la obligatoriedad de contar con la autorización de los progenitores o tutores legales para las menores que decidan interrumpir su embarazo.