Los Mossos d’Esquadra admiten “errores” en la operativa y la planificación para detener a Carles Puigdemont en su retorno a Catalunya el pasado 8 de agosto. Así lo recoge el informe que el cuerpo ha enviado al Tribunal Supremo este martes, según ha adelantado ‘El Confidencial’.
El expresidente regresó a Catalunya después de casi siete años de exilio, coincidiendo con el debate de investidura de Salvador Illa. Tras intervenir en el acto de bienvenida en el Arc del Triomf, Puigdemont desapareció entre la multitud y se le perdió la pista. Posteriormente, reapareció en Waterloo, donde ha vuelto a residir.
Al día siguiente de la fuga, el magistrado instructor del Tribunal Supremo Pablo Llarena solicitó a los Mossos d’Esquadra y al Ministerio del Interior informes sobre el dispositivo policial para detener a Puigdemont. Llarena quería así conocer los elementos que determinaron el “fracaso” del operativo desde un aspecto técnico policial. En la providencia dirigida a Interior, el magistrado preguntaba cuál era el operativo inicialmente aprobado y dispuesto para su detección en la frontera y detención, así como las órdenes posteriores que fueron emitidas ese mismo jueves para su detección en la frontera y detención, tras su fuga.
En dos resoluciones, el instructor de la causa contra el 1-O señalaba que había tenido conocimiento de que Puigdemont estuvo presente en Barcelona, protagonizó un acto público en los alrededores del Parlament de Catalunya y que al finalizar logró eludir la orden de detención emitida contra él. Por ello, preguntaba a los Mossos y a Interior quiénes eran los agentes responsables del diseño del operativo, los responsables de su aprobación y a quién se encomendó la ejecución o el despliegue operativo.
El informe de los Mossos
En el documento remitido al Supremo, los Mossos hacen autocrítica y admiten “errores” en el dispositivo. ‘El Confidencial’, que ha tenido acceso al documento, señala que los agentes no contemplaron la posibilidad de que Puigdemont volviera a marcharse, y que logró escapar porque el ‘dron’ que vigilaba el acto de Lluís Companys siguió la comitiva que se dirigía al Parlament, y no al coche blanco en el que subió el expresidente.
El informe del Ministerio
En el informe que el Ministerio del Interior remitió al Supremo, cuyo contenido se hizo público el martes de la semana pasada, se indicaba que el Estado ofreció a los Mossos d’Esquadra el apoyo de los cuerpos de la Policía Nacional y la Guardia Civil para el operativo de detención del expresidente de la Generalitat, pero estos no lo requirieron. También apuntaba que los dispositivos de control y vigilancia de los cuerpos policiales del ejecutivo español no detectaron “en ningún momento” la presencia de Carles Puigdemont en fronteras, puertos y aeropuertos, desde que el pasado 11 de junio, cuando el magistrado instructor del Supremo decidió mantener en vigor su orden de detención. Una vez conocida la fuga de Puigdemont el pasado jueves, el ministerio reforzó la vigilancia en estos puntos.
El ministerio subrayaba que la Policía Nacional y la Guardia Civil mantuvieron activos los controles en las fronteras durante los días previos a la fuga de Puigdemont, especialmente en Barcelona y en el área metropolitana. Sin embargo, apuntaba que en ese momento, y dada “la competencia y las capacidades operativas” de los Mossos, no llevaron a cabo ningún operativo paralelo para detener a Puigdemont.
