La epidemióloga y presidenta del comité de expertos que asesora al Gobierno sobre la pandemia de Covid-19, Magda Campins, cree que será necesaria una cuarta e incluso una quinta dosis de vacuna para las personas vulnerables. «Mientras no tengamos otras vacunas, con las actuales es muy probable que tengamos que seguir poniendo cuarta dosis e incluso puede que quinta dosis a las personas vulnerables, pero en personas jóvenes y sin enfermedades asociadas debemos plantearnos si es necesaria una cuarta dosis», manifestó ayer Magda Campins en declaraciones al canal 3/24.
Según explicó, el comité de expertos pidió hace tiempo la gratuidad de los test de antígenos, así como enseñar a la ciudadanía a usarlos para que no tuvieran que ir a los centros de atención primaria. «De esta forma se evitaría tener que ir a los CAP para hacer algo que es muy fácil y que se puede hacer en casa», dijo Campins, quien consideró que las bajas médicas y las cuestiones relacionadas con temas laborales debe hacerlos el personal administrativo, para que médicos y enfermeras puedan dedicarse «a hacer de médicos y enfermeras».
Estas cuestiones «que se están intentando solucionar ahora, deberían haberse solucionado antes», consideró.
En declaraciones a la misma cadena, el doctor Antoni Trilla, jefe de epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona, consideró que es probable que la población más vulnerable deba vacunarse anualmente contra la Covid-19, una dosis que se combinaría con la vacuna de la gripe, mientras que para el resto de la población «no sería necesario». Según informó Antoni Trilla, el 80% de los ingresados en planta en los hospitales catalanes están contagiados con la variante ómicrón, y el 20% restante, con la delta. En las UCI, el porcentaje es al revés: 80% delta, y 20% ómicrón. «La delta ha llevado a muchos pacientes a la UCI en las últimas semanas, y las estancias son largas, pero parece que pocos de los afectados con ómicron terminarán en las unidades de críticos», señaló el doctor, que pidió prudencia a la población porque, si bien los datos epidemiológicos apuntan a que la epidemia está frenando, la velocidad es todavía muy alta.