El reusense Víctor Terradellas, investigado en la operación Volhov contra empresarios y políticos independentistas por la supuesta financiación del Procés, siempre fue escéptico con la ley.
«Es la demostración, una vez más, de lo que es el Estado y cómo juega. El gran error de Puigdemont es que ha decidido negociar no se sabe por qué. La conclusión es que la ley era el albarán de Puigdemont y ahora no tira adelante porque encuentra que no es correcta. El hecho es que no se tenía que haber llegado hasta aquí. Es un engaño más de Junts», afirma.
Terradellas también considera que «esta ley que no sale adelante es como los trenes y otras cosas, que han prometido y nunca llegan a hacerse. Lo que tendría que pasar es que Junts dejara de apoyar a Pedro Sánchez y ver cómo se espabila y si se acaba la legislatura
Por su parte, el periodista y politólogo vallense Carles Herèdia, también encausado, comparte el mismo escepticismo. «Yo mostraba dudas desde un inicio porque el sistema jurídico español nunca ha sido neutral. Al final se ha confirmado el presentimiento que muchos teníamos y la desconfianza hacia la justicia española. El PSOE lo anunció como una victoria, le sirvió para desactivar las movilizaciones en la calle y ahora el tema queda en nada. Ya se avisó de que esto podía pasar. No sé si el tema puede reconducirse porque no confío nada en el PSOE. Creo que ellos siempre han sabido que la cosa no fructificaría y que ocurriría lo que ha acabado pasando», afirma.
Herèdia entiende que Junts no vote a favor de una amnistía «que pretende dar más capacidad a los jueces para represaliar», además de añadir que el momento para presionar era antes de la investidura y no después. «Junts ha actuado mal, y ERC, peor. No soy optimista a corto plazo pero creo que la solución a medio o largo plazo es buscar nuevos liderazgos».