La Policía Nacional investiga el que podría ser el mayor fraude electoral de la historia de la democracia en España: la supuesta compra masiva de votos por correos en Melilla.
La voz de alerta la ha dado el altísimo volumen de papeletas ya registradas en las oficinas postales: unos 10.000 votos sobre un censo de 55.187 ciudadanos residentes la ciudad autónoma con derecho al sufragio.
La propia delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh, este jueves informó de la apertura oficial de esta investigación por parte del Ministerio del Interior y de la preocupación en el Ejecutivo por la supuesta compra de esos diez millares de votos. «Podríamos estar hablando de un tercio de representantes de la Asamblea de Melilla», explicó, tomando como referencia el número de votantes en los comicios de 2019.
Moh pidió cautela hasta que la investigación policial se desarrolle hasta el final, aunque reconoció que, «de ser ciertas» las sospechas del departamento que dirige Fernando Grande Marlaska las presuntas irregularidades «pueden rondar el 20%», de un censo total de casi 55.000 electores.
«Son 10.000 personas las que han solicitado el voto por correo que, sobre un censo de 55.000 electores, es muy elevado», reconoció Moh, quien recordó que en 2019, en las anteriores elecciones municipales, fueron unas 34.000 personas las que votaron en Melilla, de ahí que deslizara que se podría hablar de que «un tercio de la Asamblea de Melilla podría estar ahora mismo en el voto por correo».
Tres veces más
El plazo para reclamar el voto por correo concluye este jueves, y, aun así, las solicitudes registradas hasta el momento en Melilla superan con creces las recogidas hace cuatro años, cuando el voto por correo en la ciudad autónoma ya batió todos los registros nacionales, levantando entonces las suspicacias. Entonces fueron 4.210 las paletas solicitadas por correo, una proporción muchísimo superior al resto del país. Sin embargo, esa cifra podría triplicarse en estos comicios de 2023.
Interior estima que el voto por correo en Melilla en estas elecciones podría llegar al 20% del total de las papeletas, frente a una media nacional en la que se espera rondar el 2% del voto depositado en las oficinas postales.
Las investigaciones de la Policía apuntan a la existencia efectivamente de una red de compra de votos, sobre todo entre gente marginal, sin empleo o con problemas con las drogas con pagos en efectivo de 150 euros. Los funcionarios también indagan el asalto a varios carteros en los últimos días, a los que se sustrajo abundante documentación electoral.
En el punto de mira de los agentes están hasta 30 personas vinculadas a uno de los partidos que concurren a los comicios. Según las estimaciones de los investigadores, las papeletas compradas podría suponer entre 6 y 8 de los 25 diputados que componen la asamblea.
Y es que las sospechas e investigaciones sobre fraude electoral han sido recurrentes en diferentes procesos electorales en Melilla. Los dos principales partidos políticos de la Asamblea, PP y CPM, se han acusado mutuamente de estar detrás de las presuntas irregularidades en el voto por correo y del robo de documentación electoral a trabajadores de Correos, lo que motivó a que las Fuerzas de Seguridad realizaran labores de escolta.
Ante esta situación, la Junta Electoral de Zona ha acordado que los votantes por correo se identifiquen con DNI a la hora de depositar su voto en la Oficina de Correos de Melilla atendiendo, así, a la petición de PP, Podemos y Vox.
