La explotación de dos de los siete pozos utilizados para producir la conocida marca de agua mineral con gas Perrier ha sido suspendida recientemente debido a procedimientos de desinfección, según un reportaje de Le Monde y Radio France.
El 30 de mayo, ocho inspectores de la agencia regional de salud de Occitania y de la dirección departamental de protección de la población llevaron a cabo una inspección en el lugar, en presencia de abogados de Nestlé Waters.
El informe de Le Monde no especifica si esta visita dio lugar a las medidas de desinfección, aunque Nestlé Waters, propietaria de Perrier, respondió al rotativo francés que se trataba de una “operación de mantenimiento regular, que corresponde a [sus] protocolos de gestión de calidad” .
En cualquier caso, el diario ha asegurado que Perrier ya no tiene los volúmenes necesario para producir botellas de 1 litro, y ha informado que el 13 de junio se celebró una reunión extraordinaria del comité social y económico de Nestlé Waters Sud, tras la activación de un procedimiento de alerta.
En abril, Nestlé se vio obligada a destruir dos millones de botellas de Perrier tras una contaminación bacteriana; aunque, según una fuente cercana a las autoridades sanitarias consultada por Le Monde, en realidad fueron cerca de 3 millones de botellas las que se vieron afectadas.
En un decreto del 19 de abril, el prefecto del departamento de Gard, en Occitania, ordenó a la empresa «suspender inmediatamente» la explotación de una de sus siete cuencas. El decreto prefectural consideró que estas botellas, que no se comercializaron, podrían “presentar un riesgo para la salud de los consumidores”.