Viajes
Sin un acuerdo específico en materia de aviación, un Brexit abrupto dejaría en tierra a partir del 1 de enero los vuelos entre el Reino Unido y la Unión Europea.
Los ciudadanos comunitarios podrán seguir utilizando su tarjeta nacional de identidad para entrar al Reino Unido cuando termine el periodo de transición. Aquellos europeos que residían en el Reino Unido antes del 31 de diciembre podrán seguir mostrando esa tarjeta al menos hasta 2025, mientras que los recién llegados solo podrán hacerlo hasta el próximo octubre.
Puertos y aduanas
A partir del 1 de enero se establecerán controles aduaneros a las mercancías que crucen el canal de la Mancha en cualquier caso, dado que el Reino Unido quedará desligado del mercado único y la unión aduanera comunitaria.
El Gobierno británico trabaja con escenarios de colas de hasta 7.000 camiones, que tendrían que esperar cada uno hasta dos días para cruzar el canal. La UE ha avanzado que tiene intención de llevar a cabo controles completos a todas las mercancías que lleguen del Reino Unido desde el primer día.
Inmigración
La libre circulación de ciudadanos entre ambos lados del canal terminará este año, por lo que las que personas que lleguen al país por primera vez a partir del 1 de enero con intención de residir en él deberán solicitar un permiso bajo las nuevas normas de inmigración del Reino Unido.
Una ruptura sin acuerdo dejaría en el aire el reconocimiento mutuo de cualificaciones profesionales, así como los mecanismos para trasladar el derecho a pensión y otros subsidios entre el Reino Unido y países miembros de la UE.
La tarjeta sanitaria europea dejará de ser válida para los británicos que visiten países de la UE y los turistas comunitarios en el Reino Unido, por lo que se recomendará la suscripción de seguros sanitarios privados.
En cuanto a los estudiantes, un Brexit duro acabaría con el programa Erasmus, si bien el Gobierno británico ya ha propuesto crear un mecanismo de movilidad alternativo en el futuro.
Comida y precios
Los previsibles problemas en las aduanas hacen temer escasez de algunos productos en las estanterías de los comercios británicos, especialmente de alimentos perecederos. La imposición de aranceles incrementaría además el precio de numerosos productos. La cadena de supermercados Tesco estima que el coste del carro de la compra aumentaría en torno a un 5 % sin un acuerdo, si bien el Gobierno deja el cálculo en entre un 2 % y un 3 %.
Libra y mercados financieros
La ruptura de las negociaciones podría provocar un desplome inmediato de la libra esterlina, incluso antes del 31 de diciembre. El Banco de Inglaterra ha advertido además que un Brexit sin acuerdo puede desatar una inestabilidad en los mercados que le obligue a intervenir con las herramientas a su alcance, como ya hizo en marzo, al inicio de la crisis del coronavirus.
Seguridad
El Reino Unido y la UE dejarán además de tener acceso mutuo a sus bases de datos de seguridad, lo que entorpecerá las detenciones y extradiciones de criminales, entre otros problemas.