El temblor de la bomba de hidrógeno lanzada por Corea del Norte llegó hasta Tarragona. La estación sísmica de l’Observatori de l’Ebre, en Roquetes, registró el impacto del ensayo atómico del régimen de Kim Jong-un, el más potente hasta la fecha.
El artefacto nuclear tuvo un alcance mundial, al menos en cuanto a su detección. Así lo muestran los gráficos de la estación de l’Observatori, que refleja el comportamiento de los sensores, situados en diferentes puntos de las Terres de l’Ebre, así como las ondulaciones de la señal. En los distintos medidores, ubicados en lugares como Alcanar o Roquetes, se ve el efecto que tuvo el ensayo atómico. «Sucedió a las 3.30 hora universal, aunque depende de la distancia los registros son posteriores», indica el científico y doctor Pere Quintana Seguí, desde el Observatori de l’Ebre.
De hecho, las alteraciones en las ondas se empiezan a producir, según los gráficos, a partir de las 3.42 horas en el Ebre. «Es normal que los medidores sísmicos detecten también este tipo de tests», apunta Pere Quintana. También se ha sabido estos días que las estaciones con las que cuenta el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) en el archipiélago han detectado el ensayo. El director del Involcan, Nemesio Pérez, ha indicado que la explosión registró una magnitud de 6,3 en la escala de Richter y por lo tanto cualquier sismógrafo de la tierra con la suficiente sensibilidad puede detectarla.
De hecho, la prueba ha derivado en uno de los mayores terremotos de este verano. Según datos del United States Geological Service, la agencia gubernamental que se encarga de monitorizar los seísmos a nivel mundial, el registrado este domingo a 22 kilómetros de Sungjibaegam, en Corea del Norte, provocó el sexto mayor temblor sucedido en el mundo durante los últimos 30 días. Fue, además, el único de los diez primeros que no se produjo de una manera natural.
A pesar de los efectos similares, en realidad, distinguir un ensayo nuclear de un terremoto convencional es fácil. Consiste en ver a qué profundidad está el epicentro: si se ubica a cero kilómetros de profundidad y ha sucedido en Corea del Norte, lo más probable es que haya sido un ensayo con armas nucleares. La prueba atómica que ha puesto a medio mundo en alerta se realizó bajo tierra.
El sexto ensayo nuclear norcoreano y segundo supuestamente llevado a cabo con un artefacto termonuclear –una tecnología sólo empleada hasta el momento en pruebas y con cinco veces más potencia que la bomba de Nagasaki– culmina un periodo de intensa actividad armamentística por parte del régimen de Pyongyang. La tensión aumenta por momentos en la península coreana mientras la comunidad internacional baraja responder y tomar medidas.