Este martes. a partir de las 15 horas, los problemas ferroviarios de Rodalies y Regionales llega al Parlament. Importa saber qué respuestas tienen los diferentes grupos ante un servicio con constantes incidencias y retrasos, que se ha convertido en un dolor de cabeza para miles de usuarios.
El presidente Illa dispondrá de 40 minutos para exponer sus argumentos y plantear soluciones. A las 15, el pleno comenzará con intervenciones de ERC, Comuns y la CUP antes de que Illa suba al estrado.
En sesiones anteriores, Illa ya se ha pronunciado sobre la cuestión: el 12 de marzo aseguró que «solucionar Rodalies no será fácil, pero lo resolveremos». También ha insistido en que no entrará en confrontación con Junts y ERC, aunque recuerda que si la solución fuera sencilla, «ya lo habrían hecho los gobiernos anteriores».
¿Un futuro mejor con nuevas inversiones?
Illa basa su confianza en la mejora del servicio en dos factores clave:
1. La inversión en 110 nuevos trenes, que estarán en circulación entre finales de 2025 y principios de 2026.
2. La nueva gobernanza, que estará en manos de una empresa mixta entre el Estado y la Generalitat.
Su objetivo es mostrar «la luz al final del túnel» y convencer de que, esta vez, la situación mejorará.
La oposición carga contra el gobierno
La oposición utilizará el caos de Rodalies como arma contra el gobierno de Illa, un problema que afecta a más de 120 millones de pasajeros al año.
Junts volverá a pedir la dimisión de la consellera de Territorio, Sílvia Paneque. A pesar de que lleva pocos meses en el cargo, la formación de Carles Puigdemont la señala como la responsable de la gestión ferroviaria. Junts atribuye el deterioro de Rodalies a la falta de inversión deliberada por parte del gobierno español, tanto del PSOE como del PP.
La CUP y Aliança Catalana también pedirán la dimisión de Paneque, argumentando que «se conforma» con una situación vergonzosa.
Por su parte, el PP va más allá y exige la dimisión del ministro de Transportes, Óscar Puente, responsabilizando al gobierno central del problema. Sin embargo, Puente ha justificado las incidencias por las obras en marcha y plantea un dilema: o se hacen las obras con el servicio en funcionamiento o se suspende completamente Rodalies.
El propio PP admite que su gestión con Mariano Rajoy no fue mejor, pero exige que Pedro Sánchez pida disculpas a los afectados.
¿El traspaso es la solución o un nuevo problema?
ERC pactó la investidura de Pedro Sánchez a cambio del traspaso de Rodalies, un compromiso que se planteó por primera vez en 2010. Para garantizarlo, se acordó la creación de una empresa mixta que asumiría el personal y los trenes de Renfe, con un consejo de administración compartido entre el Estado y la Generalitat.
Sin embargo, los trabajadores de Renfe han mostrado su rechazo al traspaso y amenazan con huelgas. Para evitar conflictos, ERC aceptó que, durante dos años, la empresa mixta dependa del Estado y no de la Generalitat, algo que Junts ha calificado como «la muerte del traspaso».
Vox, que siempre se ha opuesto al traspaso, ha aprovechado la situación para insistir en que solo generará más problemas.
Más allá de cómo se materialice el traspaso, el problema sigue vigente, con incidencias diarias y una complicada gestión para PSC, ERC y Comuns, que intentan mantener el equilibrio entre la crítica y la posibilidad de acuerdos con los socialistas.
La portavoz de ERC, Ester Capella, ha acusado a Adif y Renfe de «robar el tiempo a los ciudadanos». Desde Esquerra y los Comuns exigen dimisiones en Renfe y Adif si no hay mejoras en los próximos meses. También piden gratuidad en los trenes mientras continúen los problemas y exigen a Illa que abandone proyectos como la ampliación del aeropuerto o el Hard Rock para centrarse en Rodalies, asegurando que su futuro político dependerá de ello.
