‘Del revés’, dirigida por Pete Docter, es el sueño de cualquier director de cine de animación. Es una auténtica preciosidad, con un sentido visual arrollador, deslumbrante e hipnótico. Posee el aroma de los clásicos de la animación pero con un añadido:derrite al más frío de los espectadores y conmueve al más estoico de ellos.
Pocas veces se pueden unir tantos factores tan positivos para lograr ‘redondear’ una película de este tipo. ‘Del revés’ es una cinta donde los sentimientos y emociones se convierten en los auténticos protagonistas y a los que les podemos poner cara y ojos. Son tiernos, sensibles y... sobre todo, muy humanos. Esta obra maestra, como seguramente quedará catalogada con el paso de los años, es un prodigio de inteligencia, humor e imaginación. Porque Pixar también sabe darle otra vuelta de tuerca a su cine y ya no sólo se conforma con llegar al público infantil (cosa que hasta el momento había logrado sobradamente), sino que en su ‘infinito y más allá’ (como diría Buzz Lightyear en ‘Toy Story’) es capaz de remover las conciencias de los mayores. De hacernos reflexionar sobre numerosos temas de nuestras vidas a través de una historia simple y densa al mismo tiempo.
‘Del revés’ es una perfecta parábola de nosotros mismos, de nuestro yo más profundo y de nuestros anhelos y expectativas. De nuestro paso por la vida mientras vivimos y guardamos recuerdos asociados a circunstancias personales.
Es por eso que Pete Docter, que primero nos divirtió con ‘Monstruos S.A.’ y luego nos hizo llorar con ‘Up’, ha sabido meterse en las entrañas del ser humano para dar una-su explicación de quienes y cómo somos.
Y es que hacerse mayor puede ser un camino lleno de obstáculos. También para Riley, que debe dejar su vida en el Medio Oeste cuando su padre consigue un nuevo trabajo en San Francisco. Como todos nosotros, Riley es guiada por sus emociones: Alegría, Miedo, Ira, Asco y Tristeza. Las emociones viven en Cuarteles Generales, el centro de control dentro de la cabeza de Riley, desde donde la ayudan y aconsejan a lo largo de su día a día. Riley y sus emociones intentan adaptarse a su nueva vida en San Francisco, pero el caos se instala en los Cuarteles Generales. Aunque Alegría, la emoción principal y más importante de Riley, intenta mantener una actitud positiva, las emociones chocan a la hora de decidir cómo actuar en una nueva ciudad, un nuevo hogar y una nueva escuela.
Con esa base tan apriorísticamente simple, ‘Del revés’ nos transporta de forma original y sorprendente a un universo tan conocido como desconocido. Nos lleva a dar una vuelta por nuestro ‘yo’ interior, a ponernos ‘Del revés’ para tratar de entender el porqué de nuestras reacciones ante los acontecimientos que pasan por nuestros vidas.
‘Del revés’ nos conduce por un viaje para conocernos más y mejor. Es una invitación a la reflexión, con sentido del humor y gags ingeniosos.
Más de uno se puede preguntar si se puede contar en dibujos animados y pensando en un público mayoritariamente infantil toda la complejidad de la mente y los sentimientos humanos. La respuesta es clara y rotunda: sí.
Y, parafraseando el título ‘Del revés’, ha logrado volteado el mundo de la animación, superando todas las expectativas económicas y artísticas de un estudio que hace ya dos décadas maravilló al mundo con ‘Toy Story’. Hasta Cannes se puso en pie para ovacionarla. Curioso en un filme de animación. El mundo ‘Del revés’.