El presidente de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès, ha anunciado este lunes que abandonará la primera línea política y no recogerá el acta de diputado tras la debacle de ERC en las elecciones al Parlament, en las que los republicanos han retrocedido 13 escaños, hasta quedarse con 20.
En una rueda de prensa en la que ha comparecido en solitario, tras una reunión de la permanente nacional de la formación, Aragonès ha dicho que ha tomado esta decisión por «responsabilidad y honestidad» y que ahora iniciará «una nueva etapa», dado que los resultados del 12M han dado lugar a un «cambio de rasante» en el que el independentismo ya no suma una mayoría parlamentaria y Cataluña ha dado «un giro hacia la derecha».
Preguntado sobre los próximos pasos de ERC, Aragonès ha defendido que los republicanos serán un «elemento de desbloqueo» y pasarán a la oposición, puesto que les toca a PSC y Junts «entenderse y gestionar la situación».
«Oposición es oposición (...) No estaremos para facilitar una investidura del PSC y no participaremos de operaciones que necesitan del acuerdo de Junts y PSC», ha añadido.
Estará en la «transición» que necesita ERC
Aragonès ha explicado que seguirá «sirviendo al país» desde la presidencia de la Generalitat hasta que un nuevo jefe del ejecutivo le dé el relevo.
También seguirá como coordinador nacional de ERC para «facilitar la transición» que ha apuntado que necesita el partido para «cerrar un ciclo electoral de malos resultados y abrir un nuevo ciclo de crecimiento».
Preguntado por los periodistas, ha llamado a abrir «una reflexión colectiva para fortalecer el proyecto político», sin pronunciarse sobre qué pasos concretos se deben dar ni sobre si cree que Oriol Junqueras debe seguir como presidente de la formación.
«Tenemos las siglas con el capital político e histórico más importante del país. Esto nos sobrepasa a todos. Todos estamos en una posición secundaria ante un proyecto que debemos seguir reforzando», ha señalado.
«Orgulloso» de lo hecho como president
Pese a los malos resultados electorales, Aragonès se ha mostrado «orgulloso» de la gestión y las «transformaciones» acometidas por su Govern -primero de coalición con Junts, luego en solitario de ERC-, así como de que su formación haya «liderado» la estrategia de negociación con el Estado y «abierto camino en solitario».
En referencia a medidas como la gratuidad en la educación infantil para los niños y niñas de dos años, a la regulación de los precios del alquiler o al refuerzo del audiovisual en catalán, ha apuntado: «No ha sido fácil, pero dejamos las bases de un país mejor y muchas políticas vanguardistas que con el tiempo serán reconocidas como pioneras».
También ha deslizado que ERC quizás ha debido asumir «demasiadas contradicciones» durante estos tres años.
Los 20 diputados cosechados este domingo por la candidatura liderada por Aragonès representan el peor resultado de los republicanos desde 2010, cuando cayeron hasta los diez escaños, antes de que el liderazgo del partido lo asumiera Oriol Junqueras.