Entradas irregulares a las piscina por la noche y de madrugada cuando la instalación está cerrada. Destrozos en el mobiliario urbano. Vandalismo.
Durante el verano el Ayuntamiento de Bellvei ha tenido que contratar un servicio de vigilancia privada para intentar devolver el orden a las calles y tranquilidad a los vecinos.
El vandalismo ha sido motivo de quejas y daños que deben afrontar las arcas públicas para su reparación. Pero también se han detectado e identificado a algunos de los autores de los desperfectos.
Sin perdón
Y no van a a quedar impunes. Los servicios técnicos del Ayuntamiento han calculado el coste de los daños ocasionados. Y se ha denunciado a las personas identificadas como responsables de los actos de vandalismo.
Las identificaciones han sido posibles por la coordinación de la seguridad privada, los Mossos d’Esquadar y la concejalía de Seguridad ciudadana. Ahora «estas personas debe responder de sus actos y pagar por los daños causados».
Las denuncias se formalizaron la pasada semana y ahora el consistorio seguirá con las acciones pertinentes. En el caso de que los denunciados sean menores, son las familias las que deben asumir el coste de los destrozos y daños.
En la comarca
Además de sufragar los desperfectos, la denuncia pretende servir de escarmiento pero también de aviso a quienes insistan en alterar el orden y actuar de manera incívica.
La situación que ha vivido Bellvei este verano, como en L’Arboç o Llorenç, motivó a contratar vigilancia privada que hiciese rondas por el municipio en las noches.
El servicio estaba coordinado con los Mossos d’Esquadra y con los vecinos para que alertasen sobre situaciones y zonas conflictivas.
En muchos municipios estas sanciones no se acaban cobrando, lo que genera una sensación de impunidad. El Ayuntamiento de Bellvei señala que perseguirá esos actos vandálicos para que paguen los responsables.