Al abordar el SEO, a menudo nos enfocamos en: un contenido pensando en el usuario, la arquitectura del sitio fácil y accesible para el usuario y una buena estrategia de backlinks (que nos indicará la calidad de nuestro sitio web), pero hay un aspecto crítico que no debemos pasar por alto: la velocidad de carga de la página y la experiencia de usuario resultante.
Imagina entrar a una página y enfrentarte a una espera interminable; esa primera impresión puede ser determinante. Aquí es donde los Core Web Vitals de Google entran en juego, ofreciéndonos una hoja de ruta clara para no solo captar la atención de nuestros usuarios desde el primer clic sino para mantenerlos comprometidos.
Los Core Web Vitals son un conjunto de métricas específicas que Google ha integrado en sus algoritmos de ranking para evaluar la calidad de la experiencia que un sitio web proporciona. Estas métricas incluyen el Largest Contentful Paint (LCP), que mide el tiempo de carga del contenido principal de la página; el First Input Delay (FID), que evalúa la interactividad y la capacidad de respuesta del sitio; y el Cumulative Layout Shift (CLS), que mide la estabilidad visual de la página durante la carga.
La Experiencia de Usuario en el centro de todo: La experiencia de usuario (UX) es el corazón de toda interacción digital. Una UX excepcional se traduce en sitios web que no solo son fáciles de navegar, sino que también proporcionan el contenido que los usuarios buscan de manera rápida y eficiente. Una buena UX es aquella que logra un equilibrio entre un diseño atractivo, contenido relevante y, crucialmente, una alta velocidad de carga. Este último aspecto es a menudo el primer punto de contacto real entre el usuario y el sitio web, y una carga lenta puede disuadir incluso al visitante más interesado.
Velocidad de carga, el primer impulso hacia la satisfacción del usuario: La velocidad de carga de un sitio web es un indicador crítico de su rendimiento técnico y juega un papel fundamental en la retención del usuario. En la era digital, donde la paciencia es un bien escaso, cada segundo cuenta.
Diversos estudios han demostrado que incluso un retraso de milisegundos puede afectar significativamente las tasas de conversión y rebote. Por lo tanto, optimizar la velocidad de carga es esencial no solo para mejorar la UX, sino también para fortalecer la posición de un sitio web en los resultados de búsqueda.
Navegación por la red, una cuestión de protocolos y direcciones: Para comprender cómo podemos mejorar la velocidad de carga, primero debemos entender cómo funciona una llamada a un servidor web. Cuando escribimos una dirección web en nuestro navegador, iniciamos una serie de intercambios de información basados en el protocolo HTTP.
Sin embargo, los dispositivos no se comunican mediante nombres de dominio, sino a través de direcciones IP. Aquí es donde el sistema DNS juega un papel crucial, traduciendo los nombres de dominio fáciles de recordar en las correspondientes direcciones IP. Este proceso de resolución es el primer paso para establecer una conexión entre el dispositivo del usuario y el servidor que aloja el sitio web.
Diego Gaspar es profesor de ESIC Barcelona