Ambiente multitudinario el que provoca la Costa Dorada Basket Cup 2024 este fin de semana en Tarragona y Salou. 10.000 asistentes, entre los 4.5000 jugadores y acompañantes, se dan cita este fin de semana en diferentes pistas de baloncesto de ambos municipios, donde se palpa la freternidad de los participantes.
Un claro ejemplo fue, ayer, la Escola Europa y el pabellón Milà de Salou. Ambas instalaciones, situadas una frente a la otra, albergaron buena parte del evento y eran una muestra de lo que supone el baloncesto en la Costa Dorada.
Se trata de un torneo referente, hasta el punto que se acabarán disputando un total de 619 partidos en más de 35 pistas de las localidades mencionadas.
Una edición con más participación que nunca. 380 equipos de ocho comunidades autónomas con sus diferentes categorías de formación, desde los benjamines hasta los júniors, tanto femeninas como masculinas, ocupan pistas y pabellones para disfrutar del baloncesto acompañados de familiares y amigos.
Hasta la Costa Daurada han llegado equipos procedentes de Madrid, Aragón, La Rioja, Navarra, la Comunitat Valenciana, las Islas Baleares, el País Vasco y Catalunya, a los que se suman casi 300 deportistas tarraconenses de los diferentes equipos de la provincia.
En la ciudad de Tarragona se juegan la gran mayoría de partidos de las categorías cadete y júnior. Instalaciones deportivas como el Palau d’Esports Catalunya, el pabellón municipal de Campclar, el colegio La Salle y el Complex Educatiu de Tarragona son las sedes que están acogiendo los partidos.
Participan niños y niñas de todas las edades, acompañados por sus padres y amigos, con ganas de disfrutar de un fin de semana soleado bajo un mismo deporte.
Este torneo de baloncesto, el más grande de todo el Estado, ha llegado a Tarragona por primera vez, con el consiguiente impacto económico que conlleva.
Además de los hoteles donde pernoctan los visitantes, los locales de hostelería y restauración cercanos a las pistas están notando el impacto económico durante el fin de semana.
Es por eso que este torneo de baloncesto formativo demuestra ser mucho más que una competición deportiva.
También supone una plataforma para el desarrollo de los jóvenes, fomentando no solo habilidades físicas, sino también valores que requiere el deporte, como el trabajo en equipo y la diversión colectiva.