La delegación tarraconense de Mans Unides celebra su medio siglo de vida. Durante este recorrido, la organización no gubernamental ha realizado campañas en 58 países, de África, América Latina y Asia, en los sectores agrícola, educativo, sanitario, social y de promoción de la mujer. «En estos 50 años, se han financiado unos 190 proyectos de desarrollo», declara Teresa Feliu, presidenta de la entidad.
La asociación surgió a partir del llamamiento contra el hambre que propusieron las Mujeres de Acción Católica en 1959. En 1978, la Campaña contra el Hambre pasa a llamarse Manos Unidas, «el organismo oficial de la Iglesia española para la ayuda, promoción y progreso de los países en vías de desarrollo». Actualmente, la entidad está presente en todo el territorio español a través de 71 delegaciones.
Las responsables de introducir la asociación en la ciudad fueron las mujeres de Acción Católica de Tarragona, que empezaron su actividad pública a partir de febrero de 1966. Al principio, su labor se concentraba durante los meses de enero y febrero y consistía en organizar distintas actividades de sensibilización y recaudación de fondos para proyectos de desarrollo. «El primer año, la organización la formaba la presidenta y un equipo integrado por la tesorera y la secretaria», recuerda Feliu. Ahora, los voluntarios suman un equipo de 20 personas en la sede y 60 en las distintas comarcas.
«La mayor dificultad fue dar a conocer el trabajo de estas primeras mujeres, pero, poco a poco, el número de proyectos solicitados fue en aumento y hubo que replantear el trabajo de la organización», comenta Feliu. «Se aumentó el número de voluntarios en Tarragona y comarcas y se amplió la acción a lo largo de todo el año», añade. Así pues, la organización se ha ido adaptando a las circunstancias y necesidades de los destinatarios de las ayudas, al tiempo que ha mejorado la capacidad de gestión y de análisis de las problemáticas.
Durante los últimos años, se ha introducido la figura de las «contra-partes locales», quienes solicitan la organización de los proyectos. Las necesidades y las campañas surgen desde allí y Manos Unidas los evalúa y decide su financiación en función de distintos parámetros. «¡Se acabó lo de enviar dinero sin más!», exclama Feliu. Además, gracias al trabajo en red junto a otras organizaciones nacionales e internacionales, se ha conseguido que «la voz de un sector determinado se escuche con más fuerza y se actue con mayor eficacia».
La presidenta destaca el incremento de actividades de sensibilización en escuelas e institutos como uno de los logros de este periodo y reconoce que los jóvenes participan de manera activa en todas ellas. «Para conseguir una mayor participación, se requiere una mayor información y formación sobre la situación en la que viven determinados países del Sur donde el derecho a la alimentación no está garantizado, no tienen acceso a la tierra ni a los recursos necesarios para poder vivir dignamente», explica.
Desde la entidad hacen una llamada a la responsabilidad social empresarial de los jóvenes emprendedores para que se unan a la financiación de un proyecto de desarrollo. «Sin duda la sociedad actual tiene otros valores que los de antaño, distintos valores, pero también los tiene. Y conviene reconocerlos y saberlos movilizar», asegura Feliu. «En el fondo siempre está la persona, la de aquí con sus circunstancias y la de allá con sus problemáticas», concluye.
Mans Unides en Tarragona: 50 años unidos
Durante su recorrido, la sede tarraconense de la entidad ha financiado 190 proyectos de desarrollo en 58 países de África, América Latina y Asia
19 mayo 2017 17:17 |
Actualizado a 21 mayo 2017 15:50
Se lee en
minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este
enlace.
Comparte en:
Temas:
Comentarios