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La Universidad Rovira i Virgili (URV) anunció, recientemente, la presentación de un estudio, cuyo objetivo es incrementar el uso de la bicicleta entre la gente mayor en las ciudades. Se trata del proyecto de investigación postdoctoral ENTOURAGE, del investigador del Departament de Geografia de la URV Wilbert den Hoed –hecho en colaboración con el Bicicleta Club de Catalunya– en el que, más allá de los carriles bici, habla de eliminar barreras para una movilidad más sencilla y de sensibilizar a dicha franja de edad, a mayores de 65 años, para que opten por esta forma de movilidad.
Una de las conclusiones, aun así –y según se hizo eco la URV, también– es que, aunque las ciudades se están poniendo las pilas en este campo, aún queda camino por recorrer, especialmente en el tema de aumentar la seguridad. A raíz de dicho estudio, el Diari ha querido preguntar a entidades sociales y vecinales de la ciudad o ligadas a esta, qué opinan sobre este tema en clave local. ¿La gente mayor se mueve en Reus con la bicicleta?
«De todos los que atendemos en la asociación, ninguno coge la bicicleta en Reus, pero es que ni aquí, ni en Tarragona, entre otros municipios. Si bien es cierto, las generaciones van cambiando y nosotros hacemos hoy más que generaciones anteriores. Cada vez somos más activos», afirma la responsable de la provincia de Tarragona de la Associació Amics de la Gent Gran, Magda Civit. El término ‘ser mayor’ es relativo, en este sentido.
Civit aporta que, ella que está «más cerca de los 65, me siento más activa que gente de tiempo atrás. Los tiempos han cambiado, las tecnologías han contribuido, y lo seguirán haciendo». Ahora bien, «cada caso es un mundo», puesto que «cada uno puede tener sus achaques».
La cultura de ir en bicicleta por la ciudad es, por otro lado, «algo que aún hay que trabajar», ya sea desde las administraciones, comenta, o desde las entidades, pero «sin haber asentado esa cultura, si se habilita el espacio para circular en bici, se producen ciertos desencuentros, como comportamientos incívicos entre quienes van en coche y los que van en bicicleta, e incluso patinetes saliendo de la nada en hora punta. Si se trata de alguien mayor en bici, la seguridad, a menudo no está garantizada, y para incentivar su uso, como dice en el estudio, antes tiene que ser seguro».
Aparte de las buenas maneras, habla de tener una señalización y conexión entre carriles bici adecuada. «Hay rotondas que, yendo yo misma en coche, me parecen peligrosas, como la cercana a la estación de autobuses. Ni siquiera se ven los carriles, pensar que puede pasar algo yendo al volante, preocupa y los sorteas por la experiencia, porque es una zona conocida para ti», reconoce Civit.
Exposición del usuario
Todo ello expone al usuario que va en bicicleta, y si es mayor y cae al suelo, «puede sentenciarlo a uno», declara el presidente de la Associació de Gent Gran de Reus i Baix Camp, Agustí Dosaiguas. Encuentra que «la gente mayor se mueve cada vez menos de esta forma». En su caso particular, «yo iba mucho en bicicleta, pero luego le cogí miedo por si me caía». También cuenta que «veo a poca gente mayor que apueste por moverse de esta forma en la ciudad, si los hay la edad estará entre los 60 o 60 y pocos. Además, hay que tener mucha precaución, una caída puede agravar la movilidad de una persona», insiste Dosaiguas. Expresa, además, que animar, ya sea a través de estudios e iniciativas el uso de la bicicleta entre los mayores, es algo «difícil de valorar», porque «si se trata de mantenerse activo, hay muchas más actividades que te lo permiten, como la de caminar, y compromete mucho menos».
De hecho, a nivel de recordatorio, una de las actividades más exitosas, entre las acciones llevadas a cabo por parte del Ayuntamiento de Reus desde mandatos anteriores –a través de la concejalía competente en el campo de la salud y gente mayor, como con el proyecto Grantivisme– era la marcha nórdica, en la que los propios usuarios comentaban al Diari, tiempo atrás, que podían ir caminando guiados de un profesional y «a su ritmo».
El presidente de la Associació de Gent Gran de Reus i Baix Camp observa que «si das tu paseo diario, ya haces algo por mantenerte activo», con lo que «quizá, en algunos casos, no hace falta tener que coger la bicicleta, aunque habrá gente para todo».
Planificar y, después, actuar
El presidente de la Associació de Veïns El Santuari, Ramón Palmerín, valora, por otro lado, que «es positivo que haya estudios que incentiven el uso de la bici y planes para implementar cosas, planificar está bien, pero actuar luego, es básico». Sobre la gente mayor de la asociación y el barrio, destaca que «no vemos a muchos mayores que usen bicicleta, si el servicio de bicicleta pública de la Ganxeta llegara hasta aquí, tal vez, hubiera quienes se movieran de aquí a la biblioteca, por ejemplo, quién sabe». Palmerín también se pregunta qué estudio hay sobre haber colocado las estaciones donde lo han hecho: «Nosotros vemos a alguna persona que las usa alguna vez, aunque son muy pocas las que están en nuestro barrio».
