La pandemia del Covid-19 no hace distinciones. Golpea sin compasión. Ningún deporte escapa de las garras del coronavirus. Tampoco el fútbol playa. La temporada europea comienza en dos meses, coincidiendo con el verano en el hemisferio norte, y por ahora todo está en el aire. Ya hay torneos cancelados, otros se han pospuesto para más adelante, mientras que algunos todavía no se ha tomado una decisión al respecto, a la espera de la evolución de la pandemia.
El general manager de la Beach Soccer Worlwide (BSWW), reconocida por la FIFA como la organizadora y dinamizadora del fútbol playa, Santiago Soler, admite que la pandemia del coronavirus ha provocado una incertidumbre sobre el calendario de la temporada. El fútbol playa no para en todo el año. Cuando el invierno aterriza en un hemisferio, el otro asume el protagonismo de las competiciones. En estas fechas se apuraban torneos en zonas como la Copa de El Salvador, el Desafío Beach Soccer que iba a disputarse en Brasil o un par de campeonatos en China. Todos ellos cancelados.
La prioridad del organismo, no obstante, es trasladar las competiciones a otras fechas. «Si la situación dura más de un mes será una afectación limitada, pero si se alarga la lista de torneos canceladas irá creciendo», explica Soler. Otra cosa será encajarlas. Como le sucede a otros organismos futbolísticos hace falta cuadrar calendario con las federaciones nacionales, aunque «por dimensiones y como únicos coordinadores internacionales contamos con más agilidad».
La problemática del fútbol playa va más allá de que se solvente la situación en un país concreto, sino que requiere de una recuperación internacional. «No se trata de que se levante el estado de alarma en España -donde está ubicada la sede de la entidad- sino de la situación que pueda haber en todos los países que participen en los torneos. Dependemos de muchos estados», comenta el directivo de BSWW. Los campeonatos de fútbol playa suelen disputarse en un mismo lugar con todos los equipos concentrados en la zona. Si no pueden viajar porque las fronteras siguen cerradas es imposible poder organizar nada.
El torneo más notorio afectado por la suspensión ha sido el torneo clasificatorio europeo para la Copa del Mundo FIFA que se debe disputarse en Moscú (Rusia), del 1 al 11 de julio de 2021. Las selecciones europeas debían adquirir su billete en una fase previa en Italia del 11 al 20 de septiembre, pero ya ha sido suspendida como reconoce el general manager de BSWW: «La hemos trasladado al primer semestre del 2021». La principal preocupación se centra en los dos torneos fetiches del organismo: la Euro Beach Soccer League (EBSL), de selecciones, y la Eurowinners Cup (la Champions League de clubes del fútbol playa). «No hacerlas sería un golpe duro», admite Soler que no oculta la afectación económica que su cancelación supondría para la entidad.
Planificación individual
Los jugadores profesionales del fútbol playa planifican la temporada por torneos. Compiten en diferentes campeonatos con varios equipos. El torrense Eduard Suárez, uno de los mejores delanteros del mundo e internacional con la selección española, tiene previsto participar en la Liga española con el Levante, la Copa y la Liga polaca con el Boca Gdansk y la Liga y Copa de Portugal con el Sporting de Portugal, además de las competiciones de selecciones. Un plan que está a expensas de lo que suceda en las próximas semanas. «No sabemos si se disputarán o si jugaremos a puerta cerrada. En el fútbol playa nos concentramos todos los equipos en el mismo sitio y se hace más difícil controlar los posibles contagios», dice Suárez.
El delantero trata de mantener la misma preparación física prevista en su casa de Torredembarra. Aunque el confinamiento por poco no le coge en Tailandia: «Tenía que jugar un torneo allí pero se suspendió cinco días antes de comenzar el estado de alarma».
También en Torredembarra Llorenç Gómez, considerado el mejor jugador del mundo. «Estoy acostumbrado a realizar los ejercicios físicos en casa y ya tengo la rutina adaptada. Además de prácticas técnicas y visualización de videos para mejorar la táctica. Solo me falta la arena». En su caso, tiene la atención deportiva centrada en Rusia. Toda su planificación actual depende de la evolución de la pandemia en ese país ya que a nivel de clubes tiene previsto competir solo con el Lokomotiv de Moscú. Su preocupación deportiva es que «cierren fronteras y tenga que buscarme otras ofertas». La competición debía arrancar en junio pero se ha trasladado a julio.
La evolución de la pandemia del coronavirus es incierta. Todos esperan volver a la normalidad cuanto antes y que la arena vuelva a vibrar con su ración de fútbol veraniego.