España registró el año pasado más de dos millones y medio de personas en edad de jubilación, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). El envejecimiento de la población ha marcado el comienzo de una transformación en la demanda laboral, con un aumento de la necesidad de profesionales especializados en el mundo de la salud y de servicios dirigidos a la tercera edad.
Todo ello también se ve reflejado, desde hace unos años, en un incremento exponencial de la demanda de estudios relacionados con el mundo de la sanidad.
Sin ir más lejos, durante el Saló de l’Ensenyament celebrado en Barcelona a mediados de marzo, los estudios vinculados a la salud –junto a los relacionados con la tecnología y la empresa- fueron los más consultados. La conselleria de Educació informó que los estudios relacionados con las ramas sociosanitarias lideraron las consultas de información en esta nueva edición del certamen.
Fàtima Sabench (decana de Medicina de la URV): «Cada año tenemos entre 500 y 600 solicitudes de matrícula para 125 plazas»
Por lo que respecta a los estudios universitarios, los grados de Medicina, Enfermería, Fisioterapia, Odontología, Psicología, las ingenierías (especialmente las relacionadas con la inteligencia artificial y aeroespacial), así como las titulaciones de Educación y Administración y dirección de Empresas (ADE) fueron las primeras en número de solicitudes de información.
Por su parte, los ciclos formativos relacionados con la sanidad y los servicios socioculturales y a la comunidad, la informática con la especialización en ciberseguridad, y los estudios de artes plásticas y diseño, además de los deportes, se encuentran entre las materias más consultadas entre el alumnado que se decanta por la Formación Profesional.
Silvia Suárez, profesora del ciclo formativo de grado medio de Farmacia y Parafarmacia del Institut Cal·lípolis de Tarragona comenta que «los ciclos relacionados con la sanidad siempre han tenido mucha demanda, pero es verdad que últimamente ha ido a más. Bien sea por las salidas laborales, por los itinerarios o, incluso, por la irrupción de la covid-19».
En este aspecto, esta docente asegura que «la pandemia ha marcado un antes y un después, porque se puso en valor la importancia de la sanidad en nuestras vidas».
En el Institut Cal·lípolis las preinscripciones en ciclos formativos relacionados con la sanidad han ido a más durante los últimos años. Por ejemplo, en Farmacia y Parafarmacia, de las 73 solicitudes del curso 2015-2016 se han pasado a las 216 de éste. O en el ciclo de grado superior de Imagen para el Diagnóstico y Medicina, que en 2016-2017 hubo 74 preinscripciones frente a las 209 de éste.
Silvia Suárez (profesora Institut Cal·lípolis): «La pandemia ha marcado un antes y un después. Se puso en valor la importancia de la sanidad»
Silvia Suárez reconoce que «a pesar de que hemos ampliado plazas no cubrimos la demanda. En los grados superiores, de cada plaza que ofertamos tenemos entre 3 y 4 solicitudes. Eso significa que mucha gente se queda fuera
Laia Pallarés ejemplifica a la perfección el caso de una estudiante que ha optado por unos estudios relacionados con la rama de la salud, en su caso a través de ciclos formativos en el Institut Cal·lípolis de Tarragona. Después de cursar la ESO se matriculó en el ciclo formativo de grado medio de Farmacia y Parafarmacia. «Desde pequeña siempre me habían interesado las ramas de la salud, aunque sin tener muy claro cuál de ellas en concreto. Me llamó la atención el ciclo formativo de Farmacia, aunque fui un poco a ciegas porque no lo conocía muy bien», recuerda Laia.
No obstante, la experiencia fue muy buena porque «se cumplieron las expectativas de sobras porque me gustó mucho y me di cuenta de que era algo que me podía servir para el futuro. Las prácticas también fueron muy interesantes porque pude trabajar un año y medio en una farmacia, donde aprendí mucho».
Laia está estudiando ahora segundo curso de otro ciclo formativo, en este caso de grado superior, relacionado con la salud: el de Laboratorio Clínico y Biomédico «que se complementa muy bien con el de Farmacia», asegura.
Aunque no sabe al 100% qué hará cuando acabe este nuevo ciclo, esta joven tiene muy claro que se quiere presentar a la Selectividad «para ver si puedo entrar en algún estudio universitario de la rama de la salud».
La pandemia ha incrementado una tendencia que ya era alcista desde hace años
Esta relación directa entre el envejecimiento de la población y la demanda de profesiones relacionadas con la salud han llevado a Ilerna –un centro de Formación Profesional Online- a señalar que los perfiles más necesarios en los próximos años serán el de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería y el de Técnico Superior en Integración Social.
Además, desde este centro también destacan que la feminización del sector sanitario se consolida como una realidad en España ya que uno 80% de los estudiantes que optan a estos dos títulos en este centro son mujeres.
Más demanda que oferta
La Fundació Coneixement i Desenvolupament ya advertía hace un año que la demanda para estudiar Medicina y Enfermería había aumentado a un ritmo superior a la oferta de las universidades españolas.
Una paradoja si tenemos en cuenta que el principal problema que sufre el sistema sanitario, no solo catalán o español, sino también europeo, es la falta de facultativos a causa de la crisis demográfica.
A partir de datos presentados en un estudio sobre el sistema universitario, esta entidad indicaba que las peticiones para estudiar Medicina habían aumentado un 73,1% entre el curso 2019-20 y el 2022-23 en España, mientras que la oferta sólo lo hizo un 3%.
Laia Pallarés (estudiante Institut Cal·lípolis): «Hice el ciclo formativo de Farmacia a ciegas, pero se han cumplido las expectativas»
En Enfermería pasaba tres cuartos de lo mismo: la oferta de plazas había aumentado un 10% en el mismo periodo, mientras que la demanda lo había hecho un 65,2%
Fàtima Sabench, decana de la Facultat de Medicina i Ciències de la Salut de Reus (URV), explica al Diari que «esta gran demanda por los estudios de Medicina, en nuestro caso, es sostenida en el tiempo desde hace bastante. Cada curso tenemos entre 500 y 600 solicitudes, en primera opción, para estudiar en nuestra facultad y solo tenemos 125 plazas. Por eso las notas de corte son tan altas».
El Ministerio de Sanidad, explica Sabench, pidió a todas las facultades de Medicina ampliar un 5% las plazas para este curso (137 en el caso de Reus) y para el próximo ofertarán 130. «El problema» -comenta la decana- «no es en las clases porque tenemos capacidad, sino cuando estos estudiantes llegan a los hospitales, porque estos no tienen capacidad de absorción suficiente». Por último, Sabench destaca que «otro problema es que faltan especialistas por lo que habría que ampliar las plazas MIR. No podemos fabricar médicos y que dentro de unos años haya una bolsa de gente que no puede acceder al MIR».
