No fueron conscientes de lo que habían logrado hasta que, una vez pasado todo, volvieron a la comisaría de El Vendrell. Dos agentes de los Mossos d’Esquadra consiguieron que un hombre volviera a vivir después de haber sufrido una parada cardiaca en plena calle.
Durante más de diez minutos le hicieron masaje cardiaco. Aunque le pusieron el aparado DEA –desfibrilador externo automático–, no fue necesario realizar ninguna descarga eléctrica. Cuando llegó el personal del SEM, el paciente ya había cobrado la consciencia. Los dos policías han recibido las felicitaciones de sus compañeros y un agradecimiento también por parte de la familia del hombre.
Jefe de turno
El agente Àlex y el cabo Xavi formaban aquel día la patrulla del jefe de turno, cuyo vehículo es el único que lleva un DEA. Al mediodía, circulaban por la avenida Baix Penedès, en El Vendrell. «Vimos a una mujer en medio de la calle que comenzaba a levantar los brazos», recuerda Àlex.
Pararon a su lado y la alertante señalaba en dirección a una pequeña plaza de al lado. Allí había otra mujer con un hombre –después se supo que era una vecino de la localidad de 85 años– sentado normal pero con la cabeza caída, mirando al suelo.
Los dos agentes se apresuraron a ir corriendo hacia donde estaba aquel hombre: «Se encontraba pálido, con los ojos en blanco. No respondía a estímulos», recuerdan. Lo tumbaron en el suelo. No tenía pulso ni respiraba. Mientras Xavi comenzaba con las compresiones torácicas, Àlex se marchaba al coche a buscar el desfibrilador y solicitaba por radio la presencia de una ambulancia porque había un hombre con parada cardiorespiratoria.
A por el maletín del DEA
Con el DEA al lado del hombre, le cortaron la parte superior de la ropa, le afeitaron el pecho –porque los parches no se pegaban al cuerpo– y siguieron con la reanimación. De cuando en cuando paraban para que el aparato analizara el ritmo cardiaco «y nos decía que siguiéramos con las compresiones». En ningún momento indicó que se tuvieran que hacer descargas eléctricas, ni cuando llegaron los técnicos del SEM.
Y todo ello mientras decenas de personas se agolpaban alrededor. «Teníamos que pedirles que se alejaran», recuerdan, mientras grababan la intervención policial con sus teléfonos móviles. Àlex señala que estuvieron entre 9 y 14 minutos realizando la reanimación, hasta la llegada del SEM.
También tuvieron que intentar calmar a la mujer que les había parado y que era la esposa del hombre –la que estaba junto a él cuando llegaron era la cuidadora–.
Con la llegada del personal sanitario, los dos agentes recogieron el material y dejaron que los técnicos de la ambulancia siguieran atendiendo el paciente. También acudieron al lugar otras patrullas.
Al Hospital Comarcal
Finalmente, la ambulancia evacuó al hombre –acompañado de su esposa– al Hospital Comarcal del Vendrell. Mientras, los dos agentes volvieron a la comisaría.
Àlex hace solo tres años que salió del Institut de Seguretat Pública de Catalunya –donde se forman los nuevos mossos d’esquadra– y su único destino durante este tiempo ha sido la comisaría de El Vendrell. «Cuando acabamos de realizar la reanimación, ni Xavi ni yo nos lo creíamos. Cuando pusimos al hombre en el suelo no respondía a nada. Y a medida que íbamos haciendo compresiones ya tenía un mínimo de respuesta ocular. Pero no fue hasta llegar a la comisaría cuando nos dimos cuenta que lo que habíamos hecho», recuerda Àlex. La casualidad
Reconoce que fue también casualidad pasar por aquel punto cuando hacía poco tiempo que el hombre había sufrido la parada cardiaca. Reconoce que era la primera vez que utilizaba el DEA. Se acordaba de su funcionamiento por las lecciones que recibió en la academia y también por un curso de refresco al que asistió posteriormente.
El cabo Xavi es más veterano. Salió de la escuela de policía de Mollet hace 24 años y desde el 2007 esta destinado en la comisaría de El Vendrell. También era la primera vez que usaba servir el DEA. «No fue hasta al cabo de un rato, cuando todos nos felicitaban, cuando comencé a ser consciente de lo que habíamos hecho».
Incluso uno de los miembros del SEM ha enviado una felicitación al Departament d’Interior. Él no es consciente del tiempo que estuvo realizando las compresiones, «en aquel momento estás para lo que estás, el tiempo no se mueve».
Agradecimiento de la familia
Teresa, la hija del hombre, muestra su agradecimiento a los mossos d’esquadra y al personal de la ambulancia porque, gracias a ellos, su padre sigue vivo. Comentaba al Diari que inicialmente no le querían dar de alta en el hospital por problemas de oxígeno, pero que finalmente pudo volver a su casa, donde continúa precisando de este gas. Ahora se encuentra un poco delicado debido a otra patología.
Al cabo de dos días, Xavi habló con la víctima del paciente «y nos dio las gracias». En plena intervención, recuerda, «la gente que había en el lugar nos decía lo que teníamos que hacer». Una de ellas es que, a la hora de las compresiones, siguieran el ritmo que marca la banda sonora de La guerra de las galaxias, «para que no te pases ni te quedes corto en el tiempo».
