La reiteración de incidencias en el servicio ferroviario entre el Baix Penedès y Barcelona ha llegado a límites desesperantes para los miles de usuarios que a diario deben coger el tren para ir a trabajar o a estudiar.
Como explicó el Diari, este martes en la estación de Sants muchos viajeros tuvieron que quedarse en tierra porque al llegar el tren con el que esperaban regresar a Cunit, Segur de Calafell, Calafell o Sant Vicenç de Calders estaba lleno y no pudieron subir.
Fue el detonante de unos días complicados tras afectaciones en las líneas R4 (por el interior) y R2 (costa) tras el robo de cable, retrasos, averías y obras.
¿Y la planificación?
Son incidencias a las que los usuarios ya están indignantemente acostumbrados, pero lo que no entienden es la planificación del servicio cuando a horas en las que se conoce que el número de usuarios es elevado, lleguen trenes de solo tres vagones sin capacidad suficiente.
Según explican usuarios que este martes tuvieron que quedarse en el andén a la espera del siguiente tren para con suerte poder subir, «hubo trenes que no pasaron lo que genera que los siguientes lleguen más llenos».
En las líneas que unen al Baix Penedès con Barcelona, actualmente la R4 está en obras por lo que muchos vecinos optan por tomar la R2, aumentando en esta el número de usuarios. Pero pese a ese previsto incremento de usuarios no se han planificado más frecuencias (cosa difícil por el número de circulaciones), pero tampoco trenes más largos que respondan a las necesidades.
Consell Comarcal
El presidente del Consell Comarcal del Baix Penedès y alcalde de Calafell, Ramon Ferré reclama «de manera urgente que se pongan trenes más largos para absorber el volumen de usuarios por la R2 Sur y que mejore el horario de los laborables y del fin de semana en la R4 cuando está operativa».
Ferré señala que «la indignación de la comarca no deja de crecer y en las últimas semanas ha llegado al límite. Los ciudadanos del Baix Penedès merecen ser tratados como cualquier otro».
La movilidad en tren entre la comarca y Barcelona es vital y más desde que se implantaron la Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) que prohiben la entrada de miles coches a la ciudad.
Se une que la gratuidad del billete ha incrementado notablemente el número de usuarios, pero los viajeros señalan que no se tiene en cuenta ese incremento a la hora de planificar unidades y servicios.
