Hubo una época que hoy parecería inimaginable para los más jóvenes en un momento en el que los modelos de vehículos más demandados son los SUV (Sport Utility Vehicle, osea, vehículo utilitario deportivo).
Pero han habido periodos en que no siempre fue así. Y los microcoches llenaron las calles y carreteras de Europa. Las precariedades después de la Guerra Mundial con una escasez de materias primas obligó a diseñar unos coches diminutos. De menos de 3 metros, poco material y coste relativamente asequibles.
Calafell acoge este fin de semana una muestra de esa historia del motor que es también la de una sociedad.
La concentración está organizada por Amics del Biscuter que en el paseo marítimo mostrarán esos históricos vehículos.
Mira el programa de sábado y domingo:
En España, en el boom de los microcoches, triunfó el biscúter. Mientras un coche costaba unas 100.000 pesetas (13.300 euros), el biscúter costaba 25.000 (3.300). Aún así no todos podían tener uno.
El biscúter lo diseñó el ingeniero francés Gabriel Voisin que hizo un prototipo al que llamó Sulkey. Funcionaba con un motor de dos tiempos en la parte trasera del coche. Pero no fue hasta 1949 que se presentó el biscooter en el Salón de Coches de París.
Varios modelos
Era un coche de dos plazas, con la carrocería de aluminio y motor delantero de 125 centímetros cúbicos. Aquel vehículo no salió a la venta, pero un grupo de empresarios españoles, que vieron sus posibilidades, compraron la patente a la Compagnie Aeromecanique Française.
En España el biscuter se fabricó a partir de 1953 en Sant Adrià del Besós (Barcelona) por la empresa Auto Nacional SA, creada para esa producción. El primer biscúter se presentó en la Feria de Muestras de 1953.
Con un motor Hispano Villiers de 197 centímetros cúbicos, causó sensación. El Biscúter Autonacional Voisin se puso a la venta en 1954. La fábrica construyó más de 10.000 unidades entre turismos, furgonetas y coupé.
Hubo cuatro modelos de biscúter: el turismo que se conocía como zapatilla y que se cubría con una lona en caso de lluvia. La misma lona que se usaba para las puertas. Hubo dos modelos: los 100 y 200A. Tenía una velocidad máxima de 76 Km/h y consumía 4,5 litros/100 km de «mezcla».
También estaba el comercial, que era la versión familiar para 4 personas o 2 con una carga de 200 kilos. El modelo furgoneta contaba con una caja de carga en la parte trasera y soportaba hasta 250 kilos y una velocidad de 65 km/h.
La versión ‘top’ era la coupé que salió a la venta en 1957 con la carrocería de plástico y con capota de lona. Tenía una velocidad máxima de 76 Km/h.
En 1959, se vendieron los últimos modelos almacenados. Tres años después, la empresa quebró. Había llegado la competencia del Seat 600 que marcó otra época y los tiempos parecía que mejoraban para muchas familias. Comenzaba la historia de los 60 y 70.
