Salou es territorio ‘fumeta’. El municipio tiene una decena de clubes de cannabis registrados. Está a la cabeza en la provincia y en los primeros puestos en proporción por habitante de Catalunya, donde hay unos 350–123 en Barcelona–. Son legales, pues tienen licencia del Ayuntamiento, y están ubicados? generalmente en locales. Están concebidos como asociaciones sin ánimo de lucro que producen esta sustancia para el autoconsumo de sus decenas de miembros. No pueden vender a terceros, eso está considerado tráfico ilegal. Algunos se amparan en que hacen un uso meramente terapéutico del cannabis, aunque otros no esconden que fuman para experimentar los efectos que produce.
«Somos más que un punto de reunión de consumidores de cannabis, somos una asociación que cree en un consumo libre y responsable, ya sea para fines médicos o lúdicos. Y lo hacemos de manera legal y transparente», apuntan los responsable de uno de estos clubes de Salou.
Estas entidades tienen sus propios códigos. Para formar parte de ellos hay que ser mayor de edad y contar con el aval de algún miembro. «Compartimos una idea, un cultivo y un lugar donde reunirnos y desde donde llevamos a cabo nuestras iniciativas: propuestas para la despenalización del cannabis, proyectos sociales o incluso talleres para dejar de fumar», apuntan.
Aseguran que no aprueban la incitación al cultivo, uso o consumo de la marihuana y sus derivados: «Ofrecemos toda información de su composición y efectos, así como la garantía de que es un producto óptimo sin ningún tipo de aditivo nocivo. Simplemente luchamos por hacer valer nuestros derechos como colectivo».
Pero no siempre son tan idílicos. La polémica envuelve a estos clubes de fumadores. La policía los tiene controlados y ha efectuado varias redadas. El último caso sonado fue el pasado 14 de enero, cuando los Mossos d’Esquadra detuvieron a dos vecinos de Salou, de 21 y 30 años, como presuntos autores de un delito de tráfico de estupefacientes en el local cannábico que regentaban en la calle Falset. En el registro, los agentes decomisaron 200 euros en efectivo y denunciaron, además, a cuatro usuarios del local.
Sucesos como éste perjudican la imagen de Salou, enfocado al turismo familiar. Por ello, el Ayuntamiento quiere frenar la expansión de este tipo de asociaciones. El pleno municipal aprobó la semana pasada no dar más licencias para la implantación de nuevos clubes de cannabis en el municipio durante un año, periodo que podría prorrogar a dos.
«Queremos controlar y regular este tipo de clubes, puesto que en poco tiempo hemos recibido numerosas peticiones para instalarse y han aparecido muchos», explica Marc Montagut, concejal de Gestió del Territori, Seguretat Ciutadana i Mobilitat.
El consistorio está redactando un expediente de modifiación del Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM) para regular los usos de estas entidades. «Este reglamento marcará dónde se podrán ubicar y si prohibimos que haya en determinadas zonas. Los clubes con licencia vigente se deberán adaptar a esta normativa», concluye Montagut.