Miles de personas prorrumpieron en un grito que recorrió la columnata de Bernini, proclamando en sucesivos momentos de la ceremonia el «habemus papam, habemus papam» y el «viva il papa, viva il papa!»
Echa de menos usar la raqueta y que, de manera virtual, se coló en las imágenes de la pista central del Foro Itálico en la que se celebran el Masters 1.000 y el WTA 1.000 Roma
Llegó a Perú en una misión agustiniana en 1985, tan solo tres años después de ordenarse sacerdote y regresó en 1988 para dirigir el seminario agustiniano de la ciudad norteña de Trujillo durante diez años